Es raro pensar que ya han pasado tres semanas y sólo nos quedan cinco días de excavación de esta temporada.
Esta semana mi equipo disminuyó algo en número y no hemos podido trabajar al mismo ritmo que la semana pasada. Sin embargo, hicimos un gran descubrimiento. ¡Hemos llegado al suelo de la estructura monumental! El resto de la semana seguimos exponiéndolo en la zona de excavación, unos 2×3 m. El muro más cercano mide más de 2 metros sobre el suelo, así que parece que tenemos una buena parte del edificio preservada. Desafortunadamente, aún no hemos encontrado una entrada a la habitación, y esto era uno de mis objetivos esta temporada. Espero que el trabajo de la última semana nos revele algo sobre esto. También quiero excavar parte del suelo, para averiguar si hay otro suelo debajo perteneciente a una fase anterior.
El tiempo esta semana ha sido bastante favorable. Aunque ha hecho calor, ha sido soportable. Sin embargo, el viernes fue muy especial. Llegamos en bus a la parte sur del yacimiento. Desde allí tenemos que ir caminando al lado norte, un paseo que dura unos 10 minutos. Cuando salimos del bus el viernes por la mañana podíamos ver nubes oscuras al oeste, y durante el paseo se oían algunos truenos. Al llegar a la zona de excavación podíamos ver como la tormenta se acercaba rápidamente, y los truenos y rayos venían hacia nosotros. Empezó a llover torrencialmente y la tormenta pasó encima de nosotros (¡literalmente!). Nos refugiamos de la lluvia bajo un pequeño cobertizo. Unos 30 minutos más tarde la tormenta había pasado, y podíamos empezar a trabajar, aunque estaba todo bastante fangoso. Esta experiencia fue algo único. En los 5 años que llevo excavando en Silo, nunca nos había llovido.
El viernes por la noche salimos a dar un paseo por la Antigua Jerusalén. Pasamos por el Muro de las Lamentaciones. Los viernes por la noche el ambiente en la plaza es diferente porque mucha gente va a celebrar el inicio del Shabbat.
El fin de semana decidí no salir a ninguna excursión, sino quedarme en Jerusalén, descansar y pasar un fin de semana tranquilo. El sábado fuimos un grupito (4 personas) a dos museos de la ciudad: el Bible Lands Museum y el Israel Museum. Fue un día muy agradable. Primero visitamos el Bible Lands. Al entrar vimos que tenían una mesa donde se vendían libros a muy buen precio. No pudimos dejar pasar esta oportunidad, y aunque éramos conscientes de que ocuparían varios quilos del equipaje permitido en el vuelo de vuelta a casa, logramos comprar libros con un peso total de 15 kg. 😀
Al visitar el Israel Museum decidimos dejar los libros en la sala de guardarropa y consignas. Cuando empezamos a descargar todos los libros en el mostrador el encargado nos miró y empezó a reírse. Nos dijo que en los 30 años que llevaba trabajando allí, nunca nadie había dejado tantos libros como nosotros. Nos hicimos una foto con nuestro nuevo amigo.
El plan del domingo era visitar el estanque de Siloé y algún otro lugar, pero al final pasamos casi todo el día fuera y regresamos al hotel sobre las 16:00 de la tarde…
ARQUEBIBES 